El Colapso del Orden Monetario Global
No es que sea pesimista, simplemente soy realista y objetivo.
La fortaleza del oro no es casualidad. Su ascenso del 30% en lo que va del 2025, superando la resistencia de los 3,500 dólares, constituye una señal inequívoca del colapso del orden monetario global basado en monedas fiat.
Como demostró la historia económica de manera irrefutable, todo sistema monetario fiduciario está condenado al fracaso. La teoría económica austriaca, desarrollada por por -entre otros- Ludwig von Mises, nos enseña que cuando los gobiernos pueden crear dinero de la nada, sin respaldo real, la catástrofe es inevitable. En mi artículo previo sobre los experimentos con dinero fiat dentro y fuera del laboratorio, ya documenté cómo estos intentos de ingeniería monetaria fracasaron sistemáticamente a lo largo de la historia.
La Espiral de Deuda
Estamos al borde de una espiral de deuda mortal. Aquellos que no poseen oro van a sufrir las consecuencias devastadoras de la depreciación monetaria, resultado directo de la irresponsabilidad fiscal crónica de de los gobernantes (incluyendo a Europa y Estados Unidos de América y por supuesto, Argentina).
La cotización del oro mantuvo un movimiento lateral desde abril de 2024, acumulando energía durante más de cuatro meses antes de romper violentamente al alza. Según el método de Wyckoff, cuando mayor es la duración de la fase de consolidación, mayor es la energía acumulada, resultando en movimientos más potentes. La ruptura por encima de los 3,440 dólares confirma que esta tendencia alcista tiene fundamentos sólidos.
La Inevitabilidad de la Crisis Fiscal
Los gobiernos fiscalmente irresponsables van a inundar los mercados con bonos de deuda pública. Estados Unidos enfrenta un déficit fiscal que se aproxima a los 2 billones de dólares, con una deuda pública total cercana a los 40 billones. Trump tiene que renovar 9 billones de dólares de deuda antes de marzo de 2026. Esta es precisamente la razón por la cual existe el interés de controlar la Reserva Federal, necesitan que el banco central compre esta deuda masiva, porque los inversores privados racionales prefieren oro, criptomonedas y empresas de calidad real.
El Reino Unido presenta un panorama catastrófico. Francia, con una deuda pública de 3 billones de euros y vencimientos del 10% anual (300,000 millones), enfrenta una crisis financiera inminente con un gasto público completamente descontrolado. Alemania, aunque mantiene activos financieros frente al resto del mundo, está en recesión y va a seguir el camino de los déficits y emisiones de deuda.
La Pérdida de Independencia de los Bancos Centrales
La reciente declaración de Christine Lagarde (la presidenta pelotuda del banco central Europeo) revela la pérdida total de independencia del Banco Central Europeo. Cuando dice estar "vigilando" los tipos de interés franceses debido a su subida, está admitiendo que su mandato ya no es la estabilidad de precios, sino la estabilidad fiscal de gobiernos irresponsables. Esto nos recuerda el episodio posterior a la Segunda Guerra Mundial, cuando la Reserva Federal perdió su independencia al ceder a las presiones políticas para mantener tipos bajos, resultando en la posterior explosión inflacionaria.
Más revelador aún es el episodio de noviembre de 2023, cuando Lagarde declaró haber aconsejado a su hijo no especular con criptomonedas, justo cuando Bitcoin cotizaba a 37,000 dólares y estaba formando suelo. Desde entonces, Bitcoin se multiplicó por seis hasta 2025. Su desconocimiento del mercado la convierte en un excelente indicador contrario. Su hijo tenía razón, y quizás debería estar él dirigiendo el Banco Central Europeo, o quizás desmantelándolo.
El Ajuste Fiscal Inevitable
Los políticos van a tener que implementar un ajuste fiscal doloroso. Las opciones son claras, reformas estructurales que incluyan desregulación, reducción de impuestos, incremento de la productividad y mejora de los sistemas educativos, o tomar atajos peligrosos como el aumento de la edad de jubilación para reducir gastos sociales. Desafortunadamente, los políticos siempre eligen el camino más fácil a corto plazo, nadie hace lo que tiene que hacer y después le echan la culpa a otro mandato.
La subida de los tipos de interés a largo plazo en la zona euro confirma que los mercados ya están descontando esta realidad. Los bonos a más de 30 años muestran una tendencia alcista preocupante que refleja la pérdida de confianza en la sostenibilidad fiscal de estos gobiernos.
La Vía de Escape
En este contexto de colapso monetario sistémico, el oro representa la vía de escape fundamental. Como activo monetario real, con miles de años de historia como reserva de valor, el oro mantiene su poder adquisitivo mientras las monedas fiduciarias se deprecian hacia su valor intrínseco: cero.
El movimiento alcista del oro es el preludio de lo que va a venir después, Bitcoin, otras criptomonedas de calidad y empresas sólidas con fundamentales robustos van a seguir esta tendencia. Los inversores inteligentes ya están posicionándose en estos activos reales antes de que la depreciación monetaria masiva se acelere.
Habrá que ver que pasa con Bitcoin y si se termina aceptando como dinero (aunque viole el teorema de regresión de Mises)
El oro nos está diciendo exactamente lo que la teoría económica austriaca predijo hace décadas, todos los experimentos con dinero fiduciario terminan en colapso. La pregunta no es si va a pasar, sino cuándo y con qué intensidad. Aquellos que comprendan esta realidad y actúen en consecuencia van a tener la oportunidad de preservar y multiplicar su riqueza. Los que ignoren estas señales van a pagar el precio de la irresponsabilidad fiscal de sus gobernantes (de todos, no existe ningún gobernante responsable, y si lo existiera no sería gobernante).
Hay quienes creen que eligiendo entre uno u otro van a solucionar los problemas, eso es falso. Mientras sigan defendiendo la democracia van a seguir defendiendo el colapso. La unica salida es anarcocapitalista, donde la gente se hace cargo de sus dos derechos para el bienestar personal y el de los que lo rodean.
El Teorema de la Imposibilidad del Cálculo Económico
Lo que estamos presenciando con las intervenciones de los bancos centrales no es sino la manifestación práctica del teorema de Mises sobre la imposibilidad del cálculo económico en ausencia de precios de mercado genuinos. Cuando la Reserva Federal, el Banco Central Europeo o el Banco de Inglaterra manipulan artificialmente los tipos de interés, están destruyendo la información más crucial del sistema económico, el precio intertemporal del dinero.
Sin tipos de interés de mercado libres, los empresarios no pueden calcular correctamente la rentabilidad de sus proyectos de inversión. Esto genera inevitablemente malinversiones masivas que, tarde o temprano, deben liquidarse en forma de crisis económicas. El oro, en este contexto, actúa como el termómetro que mide la fiebre del paciente, su subida refleja la pérdida progresiva de confianza en la capacidad de los planificadores centrales para mantener el equilibrio económico.
La Función Empresarial y el Descubrimiento de Precios
Desde la perspectiva de la función empresarial que desarrolló Jesús Huerta de Soto, el movimiento del oro representa el ejercicio colectivo de miles de empresarios que, alertados por las oportunidades de ganancia, están descubriendo y arbitrando las inconsistencias del sistema monetario actual. Cada compra de oro es un acto empresarial que revela información sobre las expectativas futuras de depreciación monetaria.
Este proceso espontáneo de descubrimiento no puede ser planificado ni controlado por autoridad alguna. Es el resultado del orden espontáneo del mercado, donde la información dispersa se coordina a través del sistema de precios. Los políticos y banqueros centrales pueden retrasar temporalmente este ajuste, pero no pueden evitarlo indefinidamente, es una realidad.
Es fundamental comprender que la crisis actual no es accidental, sino que tiene su origen en el sistema de banca central con reserva fraccionaria que heredamos del siglo XX. Este sistema, por su propia naturaleza, genera inflación crediticia sistemática y ciclos económicos recurrentes.
La reserva fraccionaria permite a los bancos crear dinero de la nada, violando los principios básicos del derecho de propiedad. Cuando un banco concede un préstamo sin tener los depósitos correspondientes, está creando medios fiduciarios que no representan ahorro real. Esta expansión artificial del crédito distorsiona la estructura de producción de la economía y siembra las semillas de las crisis futuras.
La solución no pasa por parches temporales ni por cambios cosméticos en la política monetaria. Requiere una reforma institucional profunda que restablezca los principios del dinero sano. Esto implica primero, la abolición del curso forzoso y el retorno al patrón oro clásico, donde cada unidad monetaria esté respaldada por oro físico.
Segundo, la eliminación del privilegio de la reserva fraccionaria, estableciendo un sistema de banca libre con coeficiente de caja del 100% con los depósitos a la vista. Tercero, la supresión de los bancos centrales como instituciones con monopolio de emisión monetaria.
Estas reformas parecenj radicales desde la perspectiva del consenso keynesiano dominante, pero son la única manera de restablecer la estabilidad monetaria a largo plazo. Como demostró Mises hace un siglo, las intervenciones gubernamentales en el sistema monetario solo pueden generar más intervenciones, en una espiral intervencionista que conduce inevitablemente al caos económico.
Finalmente, debemos recordar que la defensa del dinero sano no es solo una cuestión técnica o económica, sino fundamentalmente ética. La manipulación monetaria constituye una forma devastadora de expropiación, que afecta especialmente a las clases medias y trabajadoras que no tienen acceso a activos refugio sofisticados. Es una violación al derecho natural de propiedad privada.
Cuando los bancos centrales expanden la oferta monetaria, están redistribuyendo riqueza de manera oculta desde los últimos receptores del dinero nuevo hacia los primeros receptores, típicamente el Estado y el sector financiero conectado con él. Esta transferencia se realiza sin consentimiento y sin compensación, violando los principios básicos de justicia distributiva.
El oro, por tanto, no solo es un indicador técnico de crisis monetaria, sino un baluarte ético contra la expropiación inflacionaria. Su tenencia constituye un acto de legítima defensa económica frente a la irresponsabilidad fiscal de los gobiernos.
Tenems que prepararnos no solo para la crisis del sistema monetario actual, sino para construir las bases institucionales del sistema monetario del futuro. Y recuerden, la única salida es ancap.