Monetary Management: De la Escuela Monetarista Clásica Inglesa al Keynesianismo
Explicación completa
Origen: la ruptura con la “Currency School” (mediados del siglo XIX)
Durante el siglo XIX, en Inglaterra, la Currency School defendía que la cantidad de dinero debía estar estrictamente limitada por las reservas metálicas. Su oponente, la Banking School, argumentaba que el crédito podía expandirse según las “necesidades del comercio”.
Cuando el patrón oro empezó a colapsar, los defensores de la Banking School (especialmente Thomas Tooke y John Fullarton) propusieron que el Estado debía administrar la moneda para suavizar los ciclos. Ahí aparece por primera vez el germen del monetary management: la idea de que la oferta monetaria podía ser deliberadamente ajustada por autoridades técnicas para estabilizar la economía.
La formalización: el pensamiento de Keynes y los Cambridge Economists (1900–1940)
A comienzos del siglo XX, los economistas de Cambridge (como Alfred Marshall, A.C. Pigou y después John Maynard Keynes) transformaron esa intuición en doctrina.
Keynes, en A Tract on Monetary Reform (1923) y The General Theory (1936), introdujo el principio central del monetary management: que la cantidad de dinero, la tasa de interés y el gasto agregado podían y debían ser regulados por una autoridad monetaria para asegurar el pleno empleo.
El Banco de Inglaterra adoptó formalmente esa filosofía tras el colapso del patrón oro en 1931. Desde entonces, el monetary management se convirtió en política oficial: una gestión discrecional de la masa monetaria y del crédito para contrarrestar los ciclos económicos.
La consolidación: la síntesis keynesiano-monetarista (1945–1970)
Después de la Segunda Guerra Mundial, los economistas keynesianos institucionalizaron el concepto bajo el marco de la política macroeconómica. La idea central era que los bancos centrales deben administrar la liquidez del sistema financiero mediante operaciones de mercado abierto, regulación de reservas y control de tasas de interés.
El término monetary management” aparece explícitamente en textos de la posguerra, como en R.S. Sayers, Modern Banking (1957), y en documentos del Bank for International Settlements (BIS) de la década del 50.
Más tarde, incluso los monetaristas (como Milton Friedman) aceptaron una versión “reglada” del monetary management, aunque bajo metas fijas de crecimiento de la base monetaria en lugar de discreción.
Mises y Hayek contra el monetary management
Mises ya lo había advertido antes que nadie, en La Teoría del Dinero y del Crédito (1912) escribió:
No existe forma alguna de administrar la moneda que no sea, en último término, intervención en el mercado y, por tanto, una fuente de distorsión y desorden.
Y Hayek, en Prices and Production (1931), directamente atacó la idea de que una autoridad pueda “gestionar” la cantidad de dinero con información adecuada:
Ninguna mente humana puede conocer las condiciones cambiantes de millones de individuos mejor que el proceso de precios que las coordina.
En resumen:
El concepto nació con la Banking School.
Fue sistematizado por Keynes y los economistas de Cambridge.
Se institucionalizó en la posguerra con la práctica de los bancos centrales modernos.
En términos prácticos, el monetary management es el principio fundacional del keynesianismo aplicado a la política monetaria: la creencia de que el dinero puede y debe ser administrado como si fuera una herramienta de política, y no un bien del mercado.


