El Nivel de Precios en el Zero Lower Bound
El espejismo fiscal: por qué el dinero fiat nunca alcanza estabilidad real
Con esto busco analizar la determinación del nivel de precios bajo la condición del Zero Lower Bound, entendido como la restricción nominal que enfrenta la política monetaria cuando la tasa de interés fijada por la autoridad monetaria alcanza el 0%.
Planteo el problema en términos del valor del dinero fiat, definido como la inversa del nivel de precios. Y busco comparar tres marcos teóricos -monetarismo, neokeynesianismo y Fiscal Theory of the Price Level (FTPL)- y lo integro en una formulación más general, la Teoría de la Liquidez, que permite comprender el valor del dinero fiat como activo financiero estatal.
Nivel de precios y naturaleza del dinero fiat
Formalmente, el nivel de precios P y el valor real del dinero fiat 1/P son magnitudes inversas. La especificidad del fiat radica en su carácter de activo financiero, en contraste con activos monetarios de naturaleza real (oro, Bitcoin).
En tanto pasivo financiero, el valor del dinero depende de la solvencia intertemporal del emisor. Esto introduce una correlación endógena entre:
el nivel de precios P,
y la expectativa de superávits primarios futuros descontados.
El Zero Lower Bound
Cuando el tipo de interés nominal i→0, la política monetaria tiene una discontinuidad:
Si i<0, surge una demanda potencialmente infinita de saldos monetarios.
Esto genera una restricción práctica, la política monetaria pierde efectividad marginal al no poder reducir más el costo de oportunidad del dinero.
En este régimen, la curva LM se vuelve horizontal, y la capacidad de estabilización de precios vía instrumentos tradicionales de mercado abierto se neutraliza.
La Teoría Monetarista
El monetarismo se apoya en la ecuación cuantitativa del dinero:
Donde M es la oferta monetaria, V la velocidad de circulación, y Y el producto real. Bajo supuestos de V y Y relativamente estables, el banco central mantiene control sobre P vía M.
Supuestos fundamentales:
Demanda de dinero estable (V constante o con variación acotada).
Sustitución imperfecta entre dinero y bonos.
Crítica en el ZLB:
Shocks de velocidad, V no es constante; cambios abruptos en la preferencia de liquidez alteran el valor del fiat.
En el ZLB, i=0 implica que dinero y bonos del Tesoro son sustitutos perfectos. Así, un incremento en M simplemente sustituye tenencia de bonos por saldos monetarios sin impacto en P.
Solo la compra de colaterales de baja calidad (riesgo crediticio elevado) puede alterar el nivel de precios mediante un efecto de liquidez, aunque con riesgos de solvencia en el balance del banco central.
En el ZLB, la política monetaria carece de tracción sobre el nivel de precios, salvo bajo condiciones extremas y no sostenibles.
La Teoría Neokeynesiana
El marco neokeynesiano se articula en torno a la Regla de Taylor:
Donde it es la tasa nominal, r∗ la tasa natural, πt la inflación, π∗ el objetivo de inflación, y yt−y∗ la brecha de producto.
Condiciones:
Política activa (ϕπ>1): garantiza determinación de PP.
Política pasiva (ϕπ<1): genera indeterminación del nivel de precios.
Problema en el ZLB:
Con it=0, la regla de Taylor deja de operar, anulando la reacción del banco central frente a desviaciones de inflación. El modelo predice indeterminación y riesgo de espiral deflacionaria.
El enfoque ignora que la moneda fiat es un pasivo estatal. La indeterminación prevista por los modelos neokeynesianos desaparece si la política fiscal es activa y asegura solvencia intertemporal.
Teoría Fiscal del Nivel de Precios (FTPL)
La FTPL formula que el nivel de precios se ajusta para garantizar la consistencia intertemporal entre deuda pública y superávits futuros.
Donde:
Es la deuda nominal y:
Los superávits primarios esperados.
El fiat se comporta análogamente a una acción, su valor depende del flujo de caja esperado (superávits fiscales).
La política fiscal, y no la monetaria, determina el ancla nominal en el ZLB.
Teoría de la Liquidez
La Liquidity Approach integra los marcos anteriores:
Donde:
M: oferta monetaria.
B: bonos estatales.
T⋅Q⋅P: recaudación tributaria (canal de reflujo).
VMA: valor de activos del banco central.
λ: preferencia autónoma por liquidez.
El fiat se entiende como un portafolio de pasivos estatales, cuyo valor se sostiene en tres pilares:
Cantidad monetaria (M).
Calidad fiscal (solvencia estatal vía superávits esperados).
Activos de respaldo en el balance del banco central.
Evidencia empírica, Estados Unidos post-2008
La Reserva Federal cuadruplicó su base monetaria mediante quantitative easing.
Predicción monetarista: inflación acelerada.
Resultado observado: inflación estable en torno al 2%.
En el ZLB, el aumento de M solo reemplazó bonos por dinero, sin impacto en precios. La estabilidad fue producto de una política fiscal activa, que respaldó la solvencia estatal.
Mis conclusiones
En contextos de tipos de interés cercanos al límite inferior cero, la política fiscal puede tener un papel en la estabilización del valor de la moneda fiat. Pero, este argumento es apenas un intento de racionalizar un sistema esencialmente viciado.
El dinero fiduciario carece de todo fundamento sólido porque depende de la discrecionalidad de un emisor político y de un aparato fiscal permanentemente deficitario. Ni la política monetaria ni la fiscal pueden ser herramientas legítimas para sostener el valor de la moneda: ambas son manifestaciones de un intervencionismo que, lejos de corregir, genera ciclos recurrentes de inflación, endeudamiento e inestabilidad.
En lugar de perfeccionar el manejo técnico del fiat en escenarios de ZLB, la salida es abolir el monopolio estatal sobre el dinero, instaurar un sistema de reserva plena y permitir la competencia entre monedas privadas. En ese entorno, el problema del límite inferior cero ni siquiera emergería, porque no existiría la creación discrecional de dinero ni el endeudamiento crónico del Estado.
Dicho en términos tajantes, lo que acá presento como una solución fiscal al dilema del fiat en el ZLB, lo veo cómo una sofisticada justificación de un error de origen. La auténtica estabilidad no se encuentra en políticas fiscales o monetarias más hábiles, sino en devolver el dinero a la esfera del mercado y la libertad contractual.